Diseñados para favorecer la productividad y la concentración, estos espacios priorizan la privacidad y control sobre tus recursos y personal. Por lo general son la opción ideal para firmas de servicios financieros, legales y de inversión ya que ofrecen ambientes profesionales y privados donde atender clientes y manejar información confidencial. 

Usualmente este tipo de oficinas requieren un contrato a largo plazo, por lo que son una buena opción si planeas quedarte por un tiempo prolongado. Entre sus otros beneficios está el branding de tu empresa, encapsulado en el espacio físico de la oficina, menores oportunidades de distracción y de conflictos para agendar espacios. Ya que puedes alquilar este tipo de oficina en cualquier tamaño no será difícil encontrar la que satisfaga todas las necesidades de tu negocio. 

Esta modalidad de oficinas ha crecido exponencialmente en la última década. La misma ofrece a sus miembros la posibilidad de trabajar en un ambiente propicio para la colaboración y el networking. Ya sea que rentes un escritorio, un espacio privado o utilices la modalidad de hot desking, los coworkings te permiten trabajar junto a otros profesionales con ideas y metas afines. Principalmente favorecen a pequeñas empresas, startups, entrepreneurs y freelancers que buscan espacios de trabajo flexibles, sin el compromiso de contratos de alquiler a largo plazo y sin la necesidad de lidiar con temas administrativos. 

Además, las amenidades, servicios y equipo compartido ayudan a mantener los gastos operativos relativamente bajos. Sin embargo, lo que ganas en flexibilidad, ahorro y colaboración, a menudo lo pierdes en privacidad. Ya sea que manejes una pequeña empresa, o seas un profesional en busca de hacer conexiones, una oficina de coworking puede ayudarte a alcanzar tus metas. 

En esta modalidad de alquiler el desarrollador se encarga de todo el diseño y ejecución del proyecto: desde construir, remodelar y equipar el espacio para alquilar según las necesidades del cliente. Ya sea que no tienes el tiempo o que administrar y supervisar una obra no es lo tuyo, esta es la solución ideal para ti. Por otro lado, el hecho de contratar un solo proveedor para todo el trabajo, y canalizar cada detalle a través de él, te facilitará ahorrar tiempo y dinero (¡además de quitarte dolores de cabeza!) permitiéndote enfocarte en tus tareas profesionales. 

Cabe recalcar que un proyecto llave en mano no significa que perderás el control sobre las decisiones de tu oficina. Aunque el contratista esté encargado de gestionar el proyecto, el mismo se ejecuta bajo los parámetros establecidos por el cliente. Es por esto que es de gran importancia elegir un desarrollador con experiencia y de buena reputación.