Cuando estás en la búsqueda de una propiedad residencial hay muchos factores que debes considerar, pero el primero y más importante de todos es el tipo de propiedad: ¿casa o apartamento? 

Ya que existen múltiples beneficios de ambas opciones, esta puede ser uno de los mayores dilemas de los compradores. A continuación te presentamos un listado de aquellos factores que debes considerar antes de hacer una movida para así lograr encontrar el hogar de tus sueños. 

• Ubicación

Todos entendemos la importancia de la localización. Dependiendo de tu estilo de vida puedes preferir estar cerca de todos los beneficios que ofrece vivir en el centro de la ciudad, vivir cerca de familiares o amigos, o residir en un área donde abunde el verdor natural y la calma. 

Usualmente los complejos de apartamentos se encuentran situados en entornos urbanos y de población densa con cercanía a amenidades, transporte y lugares de trabajo. Por otro lado, si buscas un ritmo de vida más relajado, una casa en una zona próxima al centro citadino puede satisfacer tu estilo de vida rodeándote de naturaleza y lejos del bullicio.

• Amenidades

Si te gustaría vivir en un lugar con amenidades y comodidades incluidas, entonces un apartamento es la opción para ti. La mayoría de este tipo de complejos ofrecen a sus residentes jardines, piscinas, gimnasios, área de esparcimiento para niños y mascotas, entre otros novedosos servicios. 

Aunque una casa puede no contar con estas modernas comodidades, entre los beneficios de vivir en una casa se encuentra el no tener que compartir tu jardín o terraza, mayor espacio de almacenamiento en la cochera, privacidad, etc. 

• Mantenimiento, renovaciones y costos 

El mantenimiento de un apartamento, y los costos relacionados a este, pueden ser considerados más sencillos que los de una casa. En un complejo de apartamentos no tendrás que preocuparte por el jardinero, la limpieza de la piscina o por las cotizaciones para reparar una tubería rota. Con una cuota mensual por apartamento, la administración se encargará de velar por el buen funcionamiento de las áreas y servicios comunes.  

En general, una casa tiene costos de mantenimiento más altos ya que los mismos no se reparten entre varios inquilinos de la propiedad. Sin embargo, tener una junta directiva que se encargue de las decisiones de mantenimiento puede llegar a ser un desafío. Tomar decisiones en conjunto conlleva más tiempo y dinero. Al vivir en una casa solamente tú decides qué, cómo, cuándo y dónde inviertes el dinero en reparaciones, remodelaciones o mejoras. Así mismo, tener un sin fin de amenidades (que quizás tu no utilices) aumenta la cuota de mantenimiento de muchos apartamentos. 

• Vecinos

Vivir en un apartamento significa tener vecinos pared con pared, arriba y debajo tuyo. Aunque el ambiente promueva una convivencia amena y el sentido de comunidad, puede llegar a ser abrumador y bullicioso. 

• Estilo de vida

Al momento de decidir qué tipo de vivienda es mejor para ti debes tomar en consideración tu estilo de vida actual y tus planes a futuro. ¿Vives solo? ¿Estas por empezar una familia? ¿Tienes hijos que dejarán el hogar pronto? ¿Necesitas algún tipo de accesibilidad especial? 

Una casa es mucho más versátil en lo que respecta a la utilización de espacio. Tendrás mayor flexibilidad para hacer ampliaciones y remodelaciones, lo que te permitirá permanecer en la propiedad a más largo plazo independientemente de tus circunstancias de vida. 

• Propiedad como inversión

Si estás pensando comprar una propiedad residencial como inversión, considera que, aunque generalmente los apartamentos produzcan mayores retornos por su alquiler, una casa tiene mayor potencial crecimiento de capital porque la tierra se revaloriza al pasar del tiempo. Además, ya que hoy en día hay mayor oferta de apartamentos, una casa es una opción premium. 

Los apartamentos son una opción popular entre los que buscan diversificar su portafolio por el hecho de que el costo inicial de invertir en una casa es superior al de un apartamento en el mismo área debido al valor de la tierra. 

Al momento de decidir entre una casa o un apartamento no existe una respuesta “correcta”. Cada una tiene sus beneficios y desventajas, por lo que la decisión final se reduce a tus preferencias y necesidades personales. 

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